Los lazos económicos entre ambos países se están expandiendo. Pero
mientras algunos griegos ven este vínculo con cierta desconfianza, otros
confían en que esta relación los ayude a salir del pozo.
Los chinos llegaron al puerto del Pireo, el mayor puerto marítimo de Grecia, en el sur del país.
Un complejo sistema de grúas, cuerdas y poleas ayuda a descargar los contenedores de los barcos en los camiones.
El
equipo fue construido por la naviera estatal china Cosco, que pagó más
de US$650 millones para mejorar la infraestructura de la terminal.
Se
trata de la mayor inversión que se ha hecho en este sector en los
últimos años y una que le da a China un punto de acceso clave a Europa.
'En
todas partes hay una oportunidad de negocios', dice el vicedirector
general, Zhang Anming. 'Hemos encontrado una aquí y hemos tenido éxito'.
Le pregunto si cree que Grecia necesita a China más que China a Grecia.
'Grecia nos necesita y nosotros necesitamos a Grecia', me responde diplomáticamente. 'Es una situación en la que ganamos todos'.
Prohibido sindicalizarse
De
más está decir que Grecia está desesperada por recibir ayuda. Está
ansiosa por encontrar inversores en medio de un proceso de privatización
que no avanza.
La meta original era recaudar US$66.000 millones
para 2015, pero las demoras han hecho que este objetivo se reduzca a
sólo US$11.000 millones.
Las compañías occidentales todavía tienen
serias dudas respecto a un país con una deuda elevada e inestabilidad
social. Tanto es así que el campo ha quedado abierto a las economías
emergentes de Oriente, que ahora están viendo cómo poner un pie en la
Unión Europea en términos convenientes para ellos.
El primer
ministro de Grecia, Antonis Samaras, encabezó una delegación comercial
que viajó a Pekín en mayo, y China ha mostrado interés en puertos,
aeropuertos y en, posiblemente, los ferrocarriles nacionales.
Atenas
lanzó incluso un nuevo programa para otorgarle la residencia a aquellos
que inviertan al menos US$330.000 en propiedades. Un chino fue el
primero en beneficiarse de este cambio.
Bajo la dirección de
Cosco, la terminal portuaria ha duplicado el número de los contendedores
que procesa, pero sus políticas -como la de prohibir la sindicalización
de sus empleados- son estrictas.
Una segunda terminal del puerto
del Pireo todavía pertenece al Estado y el secretario general del
sindicato de trabajadores portuarios, Giorgos Gogos, quiere que siga
siendo así.
En opinión de Gogos, China se está aprovechando de la vulnerabilidad de la economía griega para sacar su tajada.
'Nadie da dinero a cambio de nada, sobre todo las compañías chinas y el gobierno chino', dice.
'Están
interesados en ayudarse a sí mismos. La inversión en el Pireo es
ventajosa para las compañías chinas pero no para el interés público',
añade.
'Cosco no creó los trabajos que prometió'.
Relación de ida y vuelta
No
obstante, la creciente relación con China funciona en dos sentidos. Las
compañías griegas están aumentando sus exportaciones al mercado chino,
aunque esto sólo representa una veinteava parte de lo que China exporta a
Grecia.
En las afueras de Atenas hay una fábrica que produce la
bebida gasificada Frutop. La empresa triplicó sus exportaciones el año
pasado gracias al comercio con China.
En la línea de producción se
esterilizan las botellas, se las llena con jugo y preservativos y a
muchas se les pone una etiqueta en chino que dice: listas para enviar.
'Debido
a la crisis en Grecia y a la reducción del mercado aquí, las compañías
griegas tienen una gran oportunidad para entrar en mercados nuevos',
explica Evi Morfonidi, director de exportación.
'Y China, debido a
su tamaño, debería ser una de las primeras opciones. Como nuestro
producto fue bien recibido en el mercado chino, creo que otras compañías
podrían hacer lo mismo'.
Le pregunto a Morfonidi si las exportaciones a China podrían salvar a las empresas griegas.
'Definitivamente', responde.
Más
allá de la fábrica, hay otra conexión entre los dos países. En los
sitios de interés histórico de Atenas o en las hermosas islas egeas cada
vez pueden verse más turistas chinos, algo que representa un impulso
para la mayor industria griega.
Son menos en comparación con los
turistas occidentales, pero la embajada en Atenas dice que al menos
21.000 visitantes vienen directamente de China a Grecia -un aumento del
25% en relación a 2011- y cerca de 100.000 chinos incluyen al país como
uno de los destinos de viaje.
La mirada puesta en Oriente
'China
y Grecia tienen una larga historia', me comenta el guía turístico
Zhange mientras le muestra la Acrópolis a un grupo de visitantes chinos.
'Y
nos entendemos mutuamente, por eso queremos viajar aquí. En los últimos
años, la economía china está mejorando y por eso podemos gastar más
plata aquí y ayudar a la economía griega'.
Algunos griegos miran a
China en busca de las oportunidades que no tienen en su país, donde el
desempleo ha llegado a cifras récord.
En la escuela de idiomas
Siountri en Atenas, una de las más grandes de la capital, la clase de
chino solo contaba con cinco estudiantes.
Hoy, hay cien alumnos en el curso que se ha vuelto el segundo más popular.
Alkis Mouratis se sumó a la clase después de especializarse en la industria del transporte.
'Probablemente
no encontremos trabajo aquí por al menos dos años', dice. 'Pero si
hablas chino, eso es una ventaja porque podremos salir del país y
probablemente trabajar en el extranjero'.
'Los griegos se están
inclinando cada vez más por Oriente', me comenta Efi Belsi, otra
estudiante. 'La economía allí es mejor que en Europa o incluso Estados
Unidos. La gente quiere un futuro mejor, por eso está mirando hacia
China'.
Son dos de las civilizaciones antiguas del mundo, pero
hoy, Grecia y China están en los polos opuestos del espectro económico.
Muchos países están flirteando con Pekín, y Grecia todavía debe competir
con ellos por las inversiones, el comercio y para atraer al turismo.
Pero el hombre enfermo de Europa está, cada vez más, virando hacia el tigre asiático en sus momentos difíciles.
Fuente: bbcmundo.com