
Si usted alguna vez escuchó algunas de las siguientes frases en su
lugar de trabajo, es probable que su ambiente laboral sea tóxico:
- "Buenas tardes. ¡Que linda hora de llegar!".
- "Ella tiene un horario de almuerzo infinito".
- "Me gustaría poder salir a las 4:30 todos los días... ¡Debe ser lindo!".
- "¿Es que alguna vez está en su escritorio?".
- "Claro, debe ser genial trabajar desde casa todos los viernes".
- "Parece que ella utiliza todos sus días de enfermedad para ir de compras".
- "Está en casa con un hijo enfermo... otra vez. Tengo que conseguirme un niño".
Todos estos comentarios conforman lo que los expertos denominan "barro". Se trata de un conjunto de dichos que refuerzan la idea de que no se puede confiar en la gente para que tenga autonomía.
Ésta es una de las barreras más poderosas y persistentes en un lugar de trabajo productivo, creativo y satisfactorio para las compañías que desarrollan la estrategia Results-Only Work Environment (ROWE: ambiente de trabajo de sólo resultados).
El barro puede ser un chisme malintencionado o incluso una broma que, en última instancia, tiene la intención de avergonzar directa o indirectamente a un compañero de trabajo por no abordar sus tareas de la manera en que se "supone" que debe hacerlo.
Se trata de una forma para mantener el statu quo y supone que las labores sólo se realizan en la oficina de 9 a 6. Sigue la fórmula: Resultados = Tiempo + presencia física.
Sin dudas, este cálculo es una reliquia de una economía industrial que trata a las personas como piezas de fábrica intercambiables. En la actual economía creativa, la nueva fórmula es: Resultados = Resultados. Punto.
Es difícil creer que éste sea un concepto revolucionario. Los líderes
quieren toda la imaginación, energía y pasión de cada persona en la
organización, pero hacen poco por limpiar el barro tóxico que refuerza
la idea de que cualquier persona que opera fuera de las normas
establecidas pierde el tiempo.
En un lugar de trabajo de sólo resultados, cada empleado tiene partes iguales de autonomía y responsabilidad.
Puede que la polvorienta modalidad laboral de antaño esté derrumbándose poco a poco,
pero incluso aquellos de nosotros con las mejores intenciones todavía
incurrimos en algunos comportamiento tóxicos que mantienen viva la
mentalidad tipo fábrica.
A continuación, algunas técnicas, consignadas por CNN expansión, para combatir el clima de tensión:
1. Ponga atención al barro
En un primer momento, escuchará lo obvio. Lo que parece ser un inocente comentario de un compañero de trabajo, puede ser malintencionado. Un ejemplo de esto es: "¡Qué amable de tu parte haber venido hoy!".
En un primer momento, escuchará lo obvio. Lo que parece ser un inocente comentario de un compañero de trabajo, puede ser malintencionado. Un ejemplo de esto es: "¡Qué amable de tu parte haber venido hoy!".
Otra forma de "embarrar" a un compañero es hablar a sus espaldas. Algo muy común que no falta en ninguna oficina.
2. Señálelo
Cuando escuche que las frases tóxicas aparecen en la conversación, cortésmente señale a la persona que las dice. No permita que usted u otra persona se sienta culpable o juzgado por una norma obsoleta.
Cuando escuche que las frases tóxicas aparecen en la conversación, cortésmente señale a la persona que las dice. No permita que usted u otra persona se sienta culpable o juzgado por una norma obsoleta.
Vivimos en un tiempo increíble donde muchos de nosotros (algún día,
tal vez todos nosotros) podemos ser dueños de nuestro trabajo y vivir de
acuerdo a los resultados que logramos, no con el tiempo que pasamos
frente al escritorio en la oficina.
Póngase de pie y rebélese contra el sistema, no sea
parte de él. El contador que trabajó toda la noche para cumplir una
fecha límite no debe ser avergonzado por sus compañeros por "llegar
tarde", y la madre que sale de la oficina a las 3 de la tarde para
asistir a la muestra de ballet de su hija no debe ser cuestionada por
vecinos de cubículo entrometidos sobre por qué está saliendo "temprano".
Una manera sencilla de redirigir la conversación cuando escuche esas habladurías negativas es decir: "¿Hay algo que necesite?".
Por ejemplo, alguien lo ve salir a las 2 de la tarde y dice: "¿2 pm?
¿A dónde vas tan temprano?". Su respuesta: "¿Hay algo que necesites?" El
barro se detiene en seco y la conversación vuelve a los resultados.
O, si un compañero de trabajo le dice: "¿Viste llegar a Alícia a las
10 de nuevo?". Su respuesta sería: "¿Necesitas algo de ella?". Barro
evitado y de vuelta a asuntos más importantes.
3. No embarre a los demás para quedar bien
No sea la persona que lanza a un compañero de trabajo a las vías por haber llegado "tarde" 15 minutos o por no abordar el trabajo exactamente como usted lo hace. Enfóquese en los resultados y si necesita quedar bien, entonces hágase responsable de su trabajo, piense más acerca de sus clientes y su empresa, y haga progresos por ellos.
No sea la persona que lanza a un compañero de trabajo a las vías por haber llegado "tarde" 15 minutos o por no abordar el trabajo exactamente como usted lo hace. Enfóquese en los resultados y si necesita quedar bien, entonces hágase responsable de su trabajo, piense más acerca de sus clientes y su empresa, y haga progresos por ellos.
Trabajar en un equipo sin barro es liberador. La culpa se evapora. La productividad aumenta.
Además, todo lugar de trabajo se beneficiaría con la erradicación de
esas habladurías. También liberaría a la gente de políticas y normas
anticuadas, y daría a todos el espacio para hacer su mejor contribución,
a su manera.
Fuente: Iprofesional.com