La Reserva Federal de EE.UU. anunció la entrada en circulación un nuevo
billete de US$100, que incorpora innovadoras medidas de seguridad.
Latinoamérica importa la mayor parte de dólares falsos a territorio
estadounidense.
'Falsificar es la muerte'. Esa era la advertencia que aparecía en los
billetes que se imprimían en Estados Unidos en el siglo XVIII. Los
tiempos han cambiado y ahora las autoridades, en vez de amenazar con la
pena capital a los potenciales criminales, aplican las últimas
tecnologías a los billetes para dificultar la tarea de los
falsificadores.
Siguiendo esa filosofía, la Reserva Federal
estadounidense anunció en días recientes que el próximo octubre entrará
en circulación un nuevo billete de US$100, que incorpora innovadoras
medidas de seguridad.
Entre las nuevas características se
encuentra una barra vertical de color púrpura, una marca de agua y las
imágenes de un número '100' y de la Campana de la Libertad (símbolo de
la independencia de EE. UU.), que varían de color cuando el billete se
inclina.
Los responsables de la Fed creen que los nuevos billetes
-que ya habían sido presentados en 2010 pero cuya producción se había
retrasado hasta ahora- serán más fáciles de autentificar, al tiempo que
complicará el trabajo de los falsificadores.
Y es que, con la
aparición en el mercado de sofisticadas impresoras digitales a color y
escáneres de alta precisión, la fabricación de billetes falsos se ha
simplificado. Aunque en la mayoría de casos son detectables con un
simple rotulador o una luz fluorescente, el público en general suele
caer en el engaño.
Es por eso que con los nuevos billetes de
US$100 se quieren aumentar las probabilidades de que cualquiera, a
simple vista, pueda reconocer una falsificación.
Dólares peruanos
Según
las autoridades estadounidenses, los falsificadores nacionales suelen
utilizar impresoras a color, mientras que en el extranjero son comunes
las llamadas imprentas Offset, las mismas con las que cuentan muchos
bancos centrales para imprimir su moneda.
La impresión
Offsetproduce copias de mayor calidad que la digital, motivo por el que
es el método de elección de muchos criminales en países extranjeros.
Entre las naciones donde se destaca la producción de moneda estadounidense falsa se encuentran varias latinoamericanas.
'La
mayoría de los billetes falsos que llegan a EE.UU. provienen de
Centroamérica y Sudamérica, siendo Perú y Colombia los países con mayor
producción', según le explicó a BBC Mundo William Cachinero, agente del
Servicio Secreto de EE.UU., organismo que desde hace más de un siglo se
dedica a luchar contra la falsificación de moneda.
'Las
falsificaciones que se hacen en EE.UU. suelen ser de poca calidad
comparadas con las que se producen en el extranjero ya que se utilizan
impresoras digitales y esos casos son fáciles de detectar', señala
Cachinero.
Según el funcionario estadounidense, en los últimos
tiempos todo apunta a que Perú es el principal productor de los dólares
falsos que circulan en EE.UU.
Fuentes del Servicio Secreto
aseguran que un 17% los dólares falsos en EE.UU. provienen de la nación
sudamericana, que desde 2009 está trabajando de forma más estrecha con
las autoridades estadounidenses para evitar este fraude.
A mediados de abril, se incautaron en Perú alrededor de US$20 millones en moneda falsa.
¿Y
cómo introducen los dólares falsos en EE.UU.? Según William Cachinero,
de una forma parecida a la que utilizan los pequeños narcotraficantes.
'La
mayoría llegan con personas que los llevan encima suyo o en
compartimentos ocultos en las maletas, como hacen con la droga. Nos
encontramos con muchos casos en los aeropuertos', señala el funcionario.
'Algunos los mandan por correo y esos también los detectamos porque todo lo que llega del extranjero se pasa por un escáner'.
Los 'superdólares'
Según
algunos cálculos, tan sólo en EE.UU. circulan unos US$70 millones en
billetes falsos, siendo los más populares los de US$20 y US$100.
Este último, por la elevada ganancia que se obtiene una vez se logra poner en circulación.
Desde
1928, el primer gran cambio que sufrieron los billetes impresos por la
Reserva Federal de EE.UU. -con la introducción de una banda vertical de
seguridad y una marca de agua- se produjo en 1996.
En gran medida estuvo motivado por la aparición en el mercado internacional del bautizado como 'superdólar' o 'superbillete'.
Según
los especialistas, con algunas excepciones, sólo los bancos equipados
con las últimas tecnologías pueden identificar esas falsificaciones, que
surgieron a fines de los años '80.
Se trata de copias que, según algunos expertos, incluso superan en calidad a los billetes auténticos.
A
lo largo de los años han surgido varias teorías sobre el origen de los
'superbilletes' -Irán, la mafia Rusa o militantes de IRA irlandés- pero
la hipótesis que más credibilidad tiene para el gobierno de EE.UU. es
que provienen de Corea del Norte, que obtendría importantes ganancias
gracias a la moneda falsificada.
Entre esos 'superdólares', que circulan principalmente en el mercado internacional, el billete más común es el US$100.
Ahora
los responsables de la Reserva Federal aseguran que con el rediseño de
estos billetes su falsificación será 'prácticamente imposible'.
La
realidad, en cualquier caso, es que los viejos billetes de US$100
convivirán durante un largo tiempo con los nuevos, por lo que muchos
seguirán dándose un susto de muerte al descubrir que lo que llevan en la
billetera no vale más que la tinta y el papel.
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Fuente:msn